Bonario, la cantina de Villa Urquiza que cautiva con fusión de sabores mediterráneos y europeos
- yrugi7
- May 12
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Ubicado en una esquina de Villa Urquiza, Bonario es un restaurante que amalgama lo clásico con lo contemporáneo. Inspirado en los sabores tradicionales de la cocina mediterránea y europea, este espacio, creado por un grupo de amigos que comparte el amor por la buena mesa y los recuerdos en torno a ella, ofrece una propuesta que resalta la frescura de los ingredientes locales de temporada con una presentación moderna, sin perder el espíritu casero que evoca las comidas compartidas en familia.
Este lugar se caracteriza por un diseño con un encanto único que se refleja en su ambientación al aire libre. Sobre la vereda, mesas y sillas en tono terracota forman parte de un mobiliario de líneas simples, mientras que grandes maceteros con vegetación delimitan el área y le aportan frescura. Además, toldos retráctiles resguardan el espacio, generando un ambiente agradable a cualquier hora del día y protegido contra inclemencias climáticas. En el interior, un salón con mesas y sillas de madera da la bienvenida, mientras al fondo llama la atención un sillón corredizo en tono terracota, acompañado por mobiliario a juego y un amplio ventanal que permite el ingreso de abundante luz natural. La paleta de colores —con verdes, rojizos y tonos cálidos—, junto con los detalles cuidadosamente elegidos, construye un entorno armónico donde tradición y modernidad conviven con identidad propia.
La propuesta está inspirada en recetas familiares, reinterpretadas con técnicas artesanales actuales y productos frescos. Al frente de la cocina se encuentra el chef Sebastián Iraola, quien con una gran trayectoria en el mundo gastronómico apuesta por un enfoque basado en el equilibrio entre texturas, contrastes y emociones.
Desde la mañana, Bonario invita a comenzar el día con una variada carta de cafetería, que incluye clásicos como el espresso y creaciones como el flat white, vainilla o caramel latte. Las variantes frías, como el iced latte o el Bon Affogato (bocha de helado con espresso) también dicen presente, junto con una serie de infusiones y el “modo brunch”, que abarca desde medialunas y brownies hasta avocado toast, granola bowls o huevos revueltos con sweet bacon, pico de gallo y mango.
A la hora del almuerzo o la cena, la carta despliega platos de impronta casera y generosa. Entre las entradas se destacan los boquerones con pickles de pepino, manteca y mostaza antigua; la provoleta con mango y sriracha; los buñuelos de espinaca y mozzarella. Para quienes busquen opciones para llevar al centro de la mesa y compartir, podrán elegir entre su variedad de charcutería artesanal, con alternativas como el salame cítrico, kassler veteado, bresaola y mortadela con pistachos ahumados, o la selección de quesos y dulces del norte, compuesta por queso brie, pategrás criollo, parmesano, azul y dulces regionales de estación.
Entre los principales resaltan propuestas como el New York Steak, con papas rotas y salsa criolla con mango; la típica milanesa de bife de chorizo con tagliatelle de espinaca y manteca de salvia; el truchón patagónico con vegetales asados; o la frittata de mar con rabas, chipirones, langostinos y pesca en tempura. Otras posibilidades que resaltan son la Musaka, un pastel de carne braseada con salsa Mornay y berenjena asada; y el goulash de hongos con cremoso de papa, demi-glace y gremolata.
La carta también dedica un apartado especial a las pastas caseras, salsas y arroces, con alternativas sobresalientes como los panzotti de mozzarella con cebolla caramelizada y salsa de zanahorias y tomate; los ravioles de trucha y puerro con salteado de tomates, brócolis y alcaparras; el risotto de hongos y queso azul con hinojos asados y peras, o el de espinaca con panceta y queso brie.
El final dulce incluye clásicos reinterpretados, como el flan de naranja con crema, el brownie con salsa de caramelo salado, maní tostado y helado de crema americana, o la torta vasca con mermelada de naranja.
La carta de bebidas acompaña con cócteles clásicos y de autor, con opciones como el Bona Vibra, que combina vodka, vino blanco, almíbar de manzana y jugo de lima; y el Bonario Spritz, una reinterpretación original que mezcla gin, vermouth rosado, almíbar de ananá, frutas tropicales y extra brut. Además, ofrecen una cuidada selección de vinos nacionales (disponibles por copa o por botella), cervezas y mocktails como el Sunset Spritzer, con jugo de pomelo, almíbar de ananá, manzana y jugo de limón, o el Momo Lemonade, con almíbar de cardamomo, miel y jugo de limón.
Con el lema de “los buenos momentos se saborean”, Bonario invita a redescubrir las recetas familiares desde una perspectiva moderna y a disfrutar de una cocina con identidad propia.
BONARIO
Dirección: Avenida Congreso 5702, Villa Urquiza.
Horario: lunes a domingos de 9 a 24 h
Contacto: 11 6798 - 5005
Sitio web: www.bonario.com.ar
Instagram: @bonarioresto
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