Desde su arribo a la elegante Recova de Posadas en abril de este año, Zulú deslumbra con su exótico propuesta de sushi, la especialidad del lugar, a la que se suma una oferta de cocina local. En un ambiente moderno y sofisticado a la vez, con diversos sitios para ubicarse y hasta un exclusivo VIP para eventos privados, se puede optar por combinados de sushi y platos con carnes, pastas y pizzas. Además, destaca la selección de exclusivos vinos, que se pueden beber por copa, junto a la coctelería de clásicos italianos y de autor.
La ambientación de Zulú merece un párrafo aparte y la definen como industrial africana, con mucho ladrillo, hierro y metal. En la entrada del restaurante se encuentra un deck íntegramente de madera calefaccionado. En el interior, una gran vinoteca que se lleva las miradas de todos los visitantes ya que recubre gran parte del espacio, donde ubican los exclusivos vinos para acompañar el menú; una barra recorre el lateral del espacio; un box con almohadones grises y una pequeña mesa escondida para dos con sillones de cuero negro estilo capitoné.
La propuesta gastronómica se divide en dos grandes secciones y una de ellas, la protagonista, es su carta estilo nikkei. entre las entradas se encuentra el Shrimp Pank (langostinos empanizados acompañados con salsa de miel mostaza y salsa acevichada), el anticucho de lomo (cortes de lomo en salsa anticuchera, papas rústicas y salsa huancaína), y el tiradito Brisa (cortes de shiromi, salsa huancaína, chalaquita criolla y fetas de palta tatakeada). Las piezas de sushi contemplan sashimi de pesca del día y trucha patagónica; algunos nigiri como el Shiro (cubiertos con shiromi, salsa nikkei, topping de jengibre y ciboulette); el Spicy (con trucha patagónica, salsa spicy y ciboulette); o el de lomo (con salsa acevichada, mousse de palta y furikake). También proponen variedades de sushi rolls (10 u) tales como el Tropical (con trucha patagónica, queso crema, cubierta de mango y salsa de maracuyá); el Teri (con langostinos rebozados en panko, queso crema, cubierta de trucha, rulos neguis y salsa teriyaki); o el Huanca (con langostinos blanqueados, palta, bastones de pepinos, cubierta de trucha tatakeada, cilantro y salsa huancaína). Esta sección también cuenta con ceviches, como el Zulú, con pescado blanco, cebolla morada, ají, cilantro, palta tostada, quinoa crocante, cubos de boniato glaseado, maíz cancha y leche de tigre.
Por otro lado, la carta también ofrece platos de una cocina cosmopolita, con opciones pensadas para el gusto local. De las entradas se distinguen la burrata en colchón de rúcula, tomates cherrys y pesto, y el frito mixto con rabas, calamaretis y langostinos a la romana con alioli balsámico. Algunos de los principales que se pueden degustar son el ojo de bife grillado con manteca de chimichurri, acompañado con papas rotas o verduras asadas de estación, o trucha salmonada laqueada, macerada en azúcar negra y miso claro con mix de arroz integral y vegetales de estación. En el sector de pastas ofrecen pappardelle con crema de hongos porcini ,aceite de oliva portobello y nuez moscada, o lasagna della nonna con salsa bolognesa italiana. El apartado de entre panes propone dos hamburguesas y un sándwich de pollo crispy con lechuga y mayonesa de lima. Además están las ensaladas, como la de mar con lechuga capuccina, tartar de tomate, pickles de cebolla morada, langostinos y choclos asados en manteca nikkei. Las pizzas salen finas, crocantes y son para compartir, como la Capricciosa, con salsa de tomate, mozzarella, prosciutto cotto, alcaucil, champiñones y huevo. Y para el momento final cuentan con tiramisú, degustación de helados artesanales o volcán de chocolate con corazón de chocolate con leche, salsa de frutos rojos, crumble de dulce de leche y helado de vainilla.
Respecto a las bebidas, Zulú cuenta con aguas, gaseosas, cervezas tiradas, coctelería clásica y de autor, y una extensa carta de vinos nacionales e importados que salen por botella y cinco de ellos por copa, con la posibilidad de optar por la degustación. Estos últimos están categorizados por malbecs, cabernet franc, blends, rosados y blancos, todos vinos de la vieja tendencia, estilo francés, clásicos de las bodegas Luigi Bosca, Rutini, Salentein, entre otros. Por su parte, la oferta de coctelería se divide en clásicos italianos, como el Limoncello Spritz (Limoncello della casa, Prosecco rose y soda) y el Hugo (cordial de flores de sauco, menta, lima, Cinzano Pro Spritz y soda), y los de autor como el Negroni Romagnoli (Gin, Campari, café Romagnoli infusionado en vermut Carpano Rosso con notas de cacao) y el Segreto Di Calabria (peperoncino y limas infusionadas en tequila, falernum syrup y jugo de sandía, coronado con tajín).
Otro de los puntos que distinguen a Zulú es su subsuelo, al que se accede por una escalera con paredes de cemento alisado, pintadas, y donde está ubicado un VIP de excepción. Se trata de un espacio para eventos privados de hasta 25 personas, donde la deco es tan protagonista como en el resto el restaurante, con sillones de cuero negros, espejos, arañas, decorado con fotos de los años 70 en blanco y negro. Cuenta con servicio personalizado y barra propia.
Zulú, además, tiene una particularidad, todos los miércoles a la noche citan a una tarotista que ofrece una lectura gratuita a todos los que estén cenando en el lugar.
Un spot ideal para todo aquel que trabaje cerca o para reunirse con amigos o la pareja.
ZULÚ
Dirección: Posadas 1029, Retiro.
Horarios: Domingos a jueves de 12 a 1 h. Viernes y Sábados 12 a 2 h.
Instagram: @zulu_larecova
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